La típica familia estadounidense

Aunque ya he vuelto a España, voy a seguir posteando algunas cosas que me han llamado la atención de Estados Unidos. También publicaré en breves un post con recomendaciones específicas para los que acepten esta beca de la UGR en los próximos años.

Texto sin modificar, escrito el 7 de Agosto:

Hoy he tenido una de las experiencias más interesantes desde que llegué a Estados Unidos. IES, la empresa con la que vine a Chicago, organizó una cena con una familia americana para poder acercarnos un poco más a su cultura. Fuimos en grupos de 3 compañeros a visitar diferentes familias según el día que nos viniera mejor, yo en concreto elegí estar con la familia Harig.

Viven en un "suburb" de Chicago, que no tiene para nada el significado que le damos en español a la palabra suburbio. Es una especie de pueblecito con las típicas urbanizaciones y casas con jardines que aparecen en las películas. Nos recogió la hija menor de Rick, nuestro anfitrión, en un mastodonte de todoterreno de alta gama, justo como los que llevamos semanas viendo por las calles. Siempre me había preguntado como se las apañaban para manejar coches tan anchos y grandes, hasta que al meterme esta tarde en el coche en el  lado del copiloto pude comprobar que las calles son muy anchas realmente. No hace falta comentar que todos los coches son automáticos, solo tienes que pisar el acelerador o el freno para que el coche se mueva sin ningún problema. Viven en una urbanización muy tranquila, poblada de árboles y vegetación tras los que asoman las preciosas casitas con sus banderas americanas en el porche.

Tras los saludos y presentaciones, tomamos una Coca Cola en la cocina mientras charlábamos un poco y esperábamos a que llegara la hora de la cena. .

Justo antes de cenar, como son católicos, el padre dirigió la oración para agradecer la comida. Todos nos cogimos de las manos y cerramos los ojos mientras el señor Harig agradecía nuestra presencia en la casa, la comida que estabamos a punto de disfrutar, y el techo y suelo entre los que podía vivir. Realmente no esperaba que una escena tan típica de película fuera a sucederme, pero fue realmente bonito escuchar la oración.

Cenamos pinchitos de ternera, pollo y verduras, acompañados de mazorcas de maíz (buenísimas), arroz y un poco de ensalada. Para los americanos la cena es una de las comidas mas abundantes. Cenan pronto, a las 7pm  u 8pm aproximadamente, pues desde las 12 que almuerzan (un sandwich o poco más) han pasado bastantes horas sin comer.

Durante la cena estuvimos comparando cosas de ambos países, nosotras les preguntábamos cosas que nos intrigaban sobre la forma de vida aquí en Chicago y después les explicábamos como eran las cosas en España. Fue una experiencia completamente diferente a las que he tenido hasta ahora en la ciudad. Sobre todo he aprendido que, por muy diferentes que parezcamos, todos somos al final muy parecidos.